Encontré el linaje del chigong taoíste en 2015, momento en que contaba con veinte años de experiencia de práctica habitual, más o menos intensiva, de distintas formas de meditación: shamatha-vipashana como lo enseña la tradición kagyu vajrayana y Shambhala en el budismo tibetano. Después, en años posteriores, vipashana siguiendo la tradición teravada. Se trata de prácticas de meditación sentada, en silencio y quietud, que me resultaban fáciles porque soy tranquilo y silencioso por naturaleza, aunque a veces me pongo nervioso, pero también me encerraban a nivel mental puesto que el trabajo se centraba principalmente en la conciencia de los pensamientos, que refuerza la existencia de un «observador».
La enseñanzas de S. N. GOENKA me permitió descubrir un nivel pre-verbal de atención a las sensaciones físicas y realmente me conectó con el cuerpo y, más allá, con el espacio. Si esta experiencia me resultó una de las más reveladoras de mi vida, también tropecé con los obstáculos psicológicos reales para mantener los retiso silenciosos de 10 días de duración que ofrece esta tradición. Esas dificultades me llevaron al hecho obvio de que iba a resultar necesario orientar la práctica auna movilización más grande del cuerpo.
Ya me había sentido atraido por el Qigong pero muchas clases que entonces había disponibles consistían más en citas semanales para practicar una forma de gimnasia china carente de antecedentes culturales ni espirituales, en las la conviviliadad podía superponerse fácilmente a la pura práctica.
Un día tropcé en mi búsqueda con una propuesta para principiantes que iba a eneñar Eva WONG en Dechen Chöling y, tras plantear las preguntas correspondientes, la disciplina me pareció que era la clave. Eva WONG es la mantenedora de varios linajes y transmitía la disciplina en la tradición más pura. Es más, un Qigong taoista habitaddo (y animado, por tanto) por una filosofía y espiritualidad auténticas subyacentes que, aunque en ese momento no estaba familiarizado con ello, reverberaban la filosofía profunda de C. G. JUNG (concretamente, la correlación de los opuestos) que había practicado durante años.
Más precisamente el linaje principal de Eva WONG (https://www.limitlessgate.com/), la escuela Xiantianwujimen, fundada en el siglo XI, era un linaje de auténticos meditadores alquimistas que transmitían una ssenda de trabajo y transmutación de energía capaz de dirigir a los seguidores al regreso al vacío (equivalente al despertar en el budismo) que respondía, de nuevo, a otro de mis intereses principales: el proceso de la alquimia,cuyo primer destello me ofreció JUNG y, después, más estrechamente, hasta lo que afecta a la forma externa con Patrick BURENSTEINAS. No me quedaron dudas después de mis primeros niveles 1 y 2, de que este Qigong formaría parte principal de mi vida espiritual.
En retrospectivo hoy puedo testificar la eficacia de este arte sanador ancestral, por mencionar todos los beneficios médicos, tanto posturales como inmunológicos, de fortaleceminiento muscular, tendonal y vertebral (preponderante en las primeras etapas del desarrollo del practicante). Puedo describir la mejoría espontánea en la gestión de emociones (generada por prácticas ligeramente más avanzadas después, orientadas a la regulación de los centros respiratorios y energéticos). El objetivo primordial de todo este meticuloso trabajo logrado es desarrollar con eficacia, poco a poco, la aptitud de los adeptos para la meditación y armonización total con el entorno natural.
Aunque me sienta alimentado por esta espiritualidad y sus aspectos más sutiles, se trata de una senda que no excluye a nadie y se dirige igualmente a quienes sientan una motivación basada puramente en aspectos «médicos». Como profesional de la medicina occidental eficaz y más bien curativa, animo y apoyo los planteamientos preventivos…
Por eso me siento profundamente comprometido en promover y dar a conocer esta maravillosa disciplina.
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Chigong Niveles 1 y 2 • 30 Nov – 1 Dic 2024
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