Este artículo corresponde al correo enviado el 20 de febrro por los acharyas de Shambhala a la comunidad global.
A la sangha noble:
A estas alturas todos los socios de Shambhala deben haber recibido el correo del Consejo provisional con el enlace al informe del despacho Wickwire Holm además de una carta reciente del Sákyong. La mayoría de ustedes también habrá visto la carta abierta de seis kusung con muchos años de servicio.
Leer estos informes de abuso ha sido devastador para todos nosotros. Sentimos profundo agradecimiento por la valentía que implicó a quienes han sido perjudicados para decir esas verdades que han revelado comportamientos destructores y trágicos, incluyendo abuso excesivo del alcohol y comportamiento sexual indebido en el corazón mismo de nuestra comunidad. Es imprescindible que examinemos nuestros puntos ciegos y hagamos frente a los aspectos de la cultura y la jerarquía que nos han conducido hasta donde estamos.
Nuestra comunidad nació en los años setenta, en una época en la que había movimientos radicales de liberación y cambio social positivo. También fue una época fructífera en la que se presentaron los principios y las formas de Shambhala, que resultaron fundamentales para moldear nuestra visión, cultura y prácticas. El dharma estaba floreciendo con un tipo de brillantez pocas veces vista en el mundo. La gente meditaba, estudiaba con empeño y las enseñanzas se enraizaban.
Sin embargo había semillas de comportamientos dañinos y destructivos que existían en la sociedad más amplia en esa época, y formaron parte de la cultura de Shambhala. Las mujeres de Shambhala vivían un sexismo flagrante y, tristemente, el comportamiento sexual indebido, el abuso del alcohol y el abuso de poder se volvieron demasiado frecuentes. Con el paso de los años no estuvimos preparados para enfrentarnos directamente a estas cuestiones, como dirigentes y como comunidad y, por consiguiente, estas semillas continuaron madurando y produciendo más daño. Como vemos ahora en Shambhala y en el contexto social y político más general, han salido a la luz esas cosas que se ignoraron habitual y colectivamente.
Hacemos todo lo posible para examinar intrépidamente, y aceptar como nuestras, las partes de ignorancia y negación que han permitido que se mantuvieran esos comportamientos nocivos. Estamos comprometidos con una Shambhala que encarne los valores del hinayana y del mahayana para todos y cada uno de los socios.
Deseamos pedir perdón a quienes han experimentado perjuicios en la comunidad por sexismo, racismo, discriminación de género, abuso de poder y todas las formas en las que no se ha reconocido la dignidad de la gente. A nivel personal ofrecemos nuestra más sincera disculpa por el daño que cualquiera de nosotros haya causado a lo largo de los años. Estamos profundamente apenados por el dolor que han experimentado y siguen experimentando tantas personas en nuestra comunidad, y trabajaremos con empeño para protegerlos de sus causas.
No nos interesa “seguir como antes”. Nos damos cuenta de que se necesita un modelo nuevo para enraizar el dharma en Occidente, e implicará tiempo para que se desarrolle plenamente. Tenemos la obligación de aprender cómo escuchar mejor y apoyar a quienes hayan sufrido abusos, a quienes hayan sido ignorados o maltratados. No podemos condonar el comportamiento ofensivo del Sákyong.
Para demostrar la urgencia de este grito y responder a la ruptura de la confianza que muchos estamos experimentando, pedimos al Sákyong que deje de enseñar en el futuro previsible. Estamos cambiando nuestro papel como representantes del Sákyong para apoyar plenamente el viaje de la sangha. Seguiremos enseñando y ofreciendo votos y transmisiones en beneficio de la sangha y contribuir a preservar el linaje.
Aunque reconocemos que vivimos en la incertidumbre de cómo avanzar en este momento, reconocemos la importancia del linaje. No creemos que cortar los lazos con nuestros antiguos linajes kagyü, ñingma y Shambhala sea una senda viable para avanzar.
Nadie sabe el aspecto que tendrá esta senda hacia adelante pero estamos comprometidos a plantear las preguntas difíciles y a trabajar con todos ustedes, con el Equipo del proceso, el Consejo provisional lo mejor que podamos. Aspiramos a crear un futuro en el que podamos sentirnos todos a salvo y orgullosos como shambhalianos.
Deseamos darles las gracias por apoyar la dignidad y bondad humanas en nuestra comunidad a lo largo de los meses pasados. Muchos siguen reuniéndose para compartir este viaje difícil, para expresar distintos puntos de vista, para escuchar y que se les escuche. Gracias por trabajar incesantemente por mantener la magia que es Shambhala viva y por mantener a la vez la confusión y la sabiduría.
Los acharyas de Shambhala :
Dale Asrael
Daniele Bollini
Marianne Bots
Emily Bower
Christie Cashman
Orhun Cercel
Susan Chapman
Pema Chödrön
Han de Wit
Suzann Duquette
Gaylon Ferguson
Holly Gayley
Michael Greenleaf
Moh Hardin
Arawana Hayashi
Dan Hessey
Lodrö Dorje Holm
David Hope
Marty Janowitz
Richard John
Beate Kirchhof-Schlage
Samten Kobelt
Charlene Leung
Mitchell Levy
Adam Lobel
Barbara Märtens
Fleet Maull
William McKeever
Noel McLellan
Magali Meneses
Melissa Moore
Mathias Pongracz
Arnd Riester
John Rockwell
Sabine Rolf
Eve Rosenthal
David Schneider
Alan Schwartz
Judith Simmer-Brown
Susan Skjei
Eric Spiegel
Alfonso Taboada
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