Este artículo corresponde al correo-e enviado el 8 de julio por las mujeres acharyas de Shambhala a la comunidad gobal de socios de Shambhala.
Querida sangha noble:
Las mujeres acharyas de Shambhala les escriben hoy para enviar nuestro amor y apoyo a la comunidad en un momento de enorme falta de tierra firme. Escuchamos el dolor de quienes han tenido la valentía de dar testimonio y compartir su experiencia de acoso, y también sentimos a quienes se mantienen en silencio y marginados. Nuestro mundo ha dado un vuelco y todos nos planteamos muchas preguntas.
El 1 de julio recibimos un correo-e en cuyo asunto ponía “Por favor” con la siguiente súplica en el texto:
Al linaje materno:
Por favor rompan el silencio.
Por favor acérquense y digan lo que piensa.
Por favor salten a la palestra.
Por favor protejan a niñas y mujeres.
Por favor protejan a los niños.
Por favor sean buenas madres.
Por favor no miren para otro lado.
Por favor no ignoren.
Por favor no culpen a las mujeres.
Por favor establezcan la sociedad iluminada.
Por favor sean valientes.
Por favor no teman ser poderosas.
Por favor únanse.
Por favor sean las mujeres sabias de nuestro linaje.
Por favor lloren con nosotros.
Por favor sientan nuestro dolor.
Por favor háblennos.
Por favor hagan que la comunidad sea segura para nosotros.
Por favor no esperen.
Por favor manténgase ahí por nosotros.
Por favor las necesitamos.
Las mujeres acharyas hemos unido nuestra voz e intenciones a lo largo de la semana pasada. Como mujeres hemos experimentado el impacto del desequilibrio del poder sistémico en nuestra comunidad y algunas también hemos experimentado acoso de género en nuestro recorrido. Estamos dedicadas a una sociedad más justa e inclusiva y a los cambios estructurales que sean más representativos y diversos.
Hemos reflexionado juntas sobre cómo se ha enfrentado nuestro linaje a grandes desafíos en el pasado y ha hecho lo necesario en tiempos difíciles. Como de costumbre en tiempos de disolución hay una tendencia a solidificar, culpabilizar, polarizar o saltar rápidamente a nuevos puntos de referencia pero, para que las formas nuevas sean auténticas y frescas, es importante que nos mantengamos firmes en este espacio abierto de no saber. Les animamos a escuchar, a cuidarse unos a otros y a mantenerse fuertes como sangha y como amigos: así pueden evolucionar formas nuevas y adecuadas, sin obstáculos de esperanza y miedo.
Como mujeres dirigentes deseamos proteger a nuestra comunidad y a sus miembros del daño. Como sociedad en general, nuestra comunidad tiene karma relacionado con la embriaguez y la falta de respeto hacia las mujeres. Aunque sea sumamente doloroso, nos alivia que esta historia sea transparente para que la comunidad Shambhala, todos nosotros, podamos afrontarla.
Tenemos confianza en que la senda de Shambhala es transformadora y nos mantenemos leales al linaje. Estamos empapadas de las enseñanzas de bondad inherente y mantenemos la perspectiva de que no perdemos la confianza en nadie, ni en el maestro, ni en las enseñanzas, ni en los demás, ni en nosotros. Esta es nuestra senda del guerrero. Sentimos que sanar y transformar es posible para esta comunidad y, como esto está ocurriendo, estamos dedicadas completa e intrépidamente al cambio profundo y duradero.
Apoyamos la decisión del Sákyong de dejar de enseñar por ahora y valoramos con qué brillantez ha presentado a miles de personas la senda del dharma, concedid las transmisiones más elevadas y guiado a nuestra comunidad durante décadas. Al mismo tiempo vemos mucho dolor, mucha tristeza, indignación y miedo en nuestra comunidad sobre el género y otros tipos de acoso. Se nos han abierto los ojos a muchos patrones y reconocemos la necesidad de espacios valientes y cuidad osos para comenzar un proceso sanador que sacará a relucir nuestra dignidad inherente.
Les invitamos a sopesarlo como momento de desenterrar viejos patrones sociales y unirse para dejar que un nuevo terreno y unas nuevas estructuras nos fortalezcan como comunidad. Son tiempos que piden autorreflexión profunda para el Sákyong y también para nosotros. Como declaró en una llamada a los dirigentes de la comunidad, está comprometido a hacer “el trabajo difícil” y también debemos hacerlo nosotros: no pueden continuar las cosas como estaban.
Además somos conscientes de que algunas personas homosexuales, transexuales y, especialmente, de color, han resultado heridas por la atención repentina y los recursos (tiempo, energía, dinero) dedicados al acoso sexual contra mujeres blancas. Las comunidades marginales llevan años pidiendo atención sobre el patriarcado, el racismo, el etnocentrismo, la homofobia y la transfobia. La dinámica del grupo de poder dominante causa daños a todos independientemente de su identidad social o cultura.
Volveremos a estar en contacto y estamos deseando crear en cooperación espacios para el diálogo abierto. La transición/dimisión del Consejo Kalapa ofrece una oportunidad para explorar nuevas formas de gobierno. Como comunidad tenemos que trabajar juntos para asegurar que lo que surja en su lugar representa todas las facetas diversas de nuestra comunidad.
Estamos comprometidas a escuchar, aprender y actuar. Con respeto y tristeza profundos queremos que sepan que estamos aquí para ustedes y que estamos comprometidas en un proceso de transformación comunitaria.
Las mujeres acharyas de Shambhala
Las mujeres acharyas de Shambhala escribieron esta carta para responder a la súplica de una mujeres de la comunidad Shambhala. La han leído y apoyado ampliamente todos los acharyas de Shambhala. ¡Que sea beneficiosa!
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